Textura, forma, patrón y líneas...sin duda elementos descriptivos; aunque no tan fáciles de interpretar dentro de un cuadro fotográfico, pero al momento de entender lo que transfieren es inevitable incorporarse a su mensaje, hay una especie de relación ver - a través de.
Textura, aquella que también está puesta para ser tocada con los ojos; ésta se encuentra desde los objetos más ordinarios y desapercibidos, hasta aquellos que son considerados testimonio del pasado, ambos que deben aprenderse a ser valorados; como la sombra tenue que se produce sobre un suelo desgastado, una pared corroída por el paso del tiempo y hasta el cabello del ser amado. Considero que es indispensable intentar tocar con la mirada.
La forma se vuelve entendible al sumergirse en ella, ya sea en su totalidad o fragmentada, tan lineal o tan voluminosa. A mi parecer la forma se hace forma cuando es parte de su estructura elementos que la hacen más notable como el color o la transparencia, brillos y puntos en penumbra. La forma de las cosas construye una red de código, de concepto que pretende ser universal, el cual nos conecta con la percepción del mundo existente.
El patrón, una repetición inagotable, un conjunto en serie de elementos, los que hablan juntos en unísono, arman una misma carta que la mayoría de las veces por su igualdad se vuelve confusa.
Las líneas, sin dirección o con ella, nos transfieren hacia un punto que no alcanzamos a divisar en donde termina. Siempre parte del espacio, las líneas en conjunto o aisladas invitan a extenderse en una misma área que parece ser parte de varias dimensiones.
Muy buenas tus fotografías de textura, forma y patrones. Felicidades
ResponderEliminarSaludos Zac.
ResponderEliminarCreo que tus fotos son muy interesantes. Una de ellas me llamó mucho la atención: aquella donde aparece un material sílico con fondo oscuro. No puedo hacer un comentario profesional, pero en mi opinión, el valor de dicho material radica en el contraste que, en cierto momento, llega a "saber" fresco. Como un hielo que se derrite en la boca. ¡Te felicito! No sólo tu discurso es elocuente, también tu mirada, porque aquel que observa tus fotos se deleita con lo que ahí nos muestras.